LA INFLUENCIA DEL COLOR EN LA ATRACCIÓN HUMANA
En la literatura, la televisión, el cine, la publicidad y el arte, se ha plasmado el objeto del deseo a partir de ciertos cánones que muestran al cuerpo humano con ciertas características particulares como la altura, color de ojos, color de piel, tamaño de la nariz, tipo de cabello, musculatura, delgadez, etc.
De esta forma, pareciera que todos estos rasgos de atracción estarían estipulados por la cultura, la tradición o por ciertas reglas establecidas por la empresa de la moda y la publicidad y, por lo tanto, no habría evidencia que no se ciñera a la experiencia subjetiva de una región o un grupo.
No obstante, la ciencia, a través de diversos estudios, ha comprobado que existen ciertos rasgos que generan atracción en el otro. Por ejemplo, en el hombre, los rasgos más atractivos son la proporción entre el ancho y la longitud de la cara puesto que, cuanto más elevada sea esta proporción es mayor el atributo de atracción, por lo que, las facciones anchas son percibidas por los otros como muy masculinas, de una persona que es segura de sí misma, exitosa, agresiva y más capacitada para sobrevivir a un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.
Además, si el rostro amplio incluye una mandíbula pronunciada, pómulos marcados, una barbilla prominente y labios de tamaño intermedio, el hombre se percibirá como muy atractivo, debido a que estos rasgos se relacionan con altos niveles de testosterona, lo que es un signo de fertilidad, de un sistema inmune fuerte y de bajos niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés).
También, se ha visto en estudios que un hombre que expone una barba de 10 días se le es considerado como más atractivo, masculino y saludable que las personas que optan por rasurarse.
Por otro lado, se ha observado que las mujeres consideradas deseables poseen labios grandes y una proporción determinada de distancia entre los dos ojos y, entre estos y la boca, por lo que, las mujeres consideradas más atractivas tienen una separación entre los ojos y la boca del 36% del total de la longitud del rostro, mientras que la separación horizontal ideal de los ojos supondría el 46% de la anchura facial.
Sin embargo, la atracción sexual no solo depende de poseer ciertas o tales proporciones, el color en sí mismo, es un factor muy importante que interviene para ser considerado atractivo.
Así, se ha observado que los tonos de piel ligeramente dorado y rosado se consideran atractivos, puesto que el primero indica que la persona incluye muchas frutas y verduras en su dieta, las cuales son fuente de antioxidantes que previenen enfermedades como el cáncer, fortalecen las defensas y son importantes en el sistema reproductivo; el segundo es un indicio de que la persona tiene una buena irrigación sanguínea y por lo tanto posee pulmones robustos y un corazón fuerte, todos estos, rasgos de salud que son deseables para le reproducción sexual.
Por lo contrario, las pieles que ostentan tonos más pálidos son percibidas por todos los demás como poco atractivas y es que, este tipo de colores en la epidermis están asociadas a las personas con problemas cardiacos, con diabetes o que son fumadoras, rasgos poco deseables para la gente en general.
Otro ámbito en el que el color es fundamental para generar atracción es la ropa. Steven S. Young comprobó que las personas que vestían de rojo se sentían y eran percibidas como más atractivas, debido a que, según explica el científico, esta tonalidad tiene un efecto llamativo e indica erotismo por lo que cuando se porta este tipo de indumentaria se vuelve un indicio de estar sexualmente receptivo. Además, también demostró que los hombres que vestían en tonos rojos y rosas se les consideraba más apuestos, de alto estatus y con mayor éxito social y económico.
No obstante, Pazda, Prokop y Elliot afirman que las mujeres que se ven más atractivas y sexualmente receptivas debido a que portan un vestido de color rojo, corren el riesgo de que sus congéneres las evalúan como una amenaza cuando éstas tienen una relación amorosa con alguien.
Así, se puede concluir que la atracción no depende de un determinado elemento por si solo, sino que es un complejo entramado entre el cuerpo y sus diversas características, lo que se viste, el contexto en que se puede dar una relación sexual, la idiosincrasia, las habilidades socio-sexuales de cada una de las personas y las determinantes biológicas que enfocan la atención en los rasgos de atracción.
Por esto, y como ya se mostró anteriormente, el color en la apariencia de la piel y la ropa es un factor importante a la hora de buscar pareja amorosa o sexual, ya que el buen o mal uso de este elemento podría determinar el éxito o fracaso al establecer una interacción.
Lo anterior se vuelve aún más relevante al saber que, según la ciencia, solo bastan 3 minutos para provocar el rechazo o interés de una persona, puesto que, generalmente el primer contacto que se tiene con otras personas es de tipo visual, ya sea a distancia o frente a frente, siendo el primer contacto con la expectativa del otro, quedando en segundo lugar el despliegue de la personalidad y habilidades sociales que, terminan por cimentar o rechazar la atracción suscitada en una primera instancia.
Referencias
Pazda, A. D, Prokop, P. & Elliot, A. J. (2014). Red and romantic rivalry: viewing another woman in red increases perceptions of sexual receptivity, derogation, and intentions to mate-guard. Personality & Social Psychology Bulletin, 40(10), 1260-1269.
Young, S. G. (2015). The effect of red on male perceptions of female attractiveness: Moderation bybaseline attractiveness of female faces. European Journal of Social Psychology, 45, 146-151
Muy Interesante (13 de marzo de 2019). Ligar en tiempos modernos: las leyes de la atracción en el siglo XXI [Audio Podcast]. Recuperado de https://www.muyinteresante.es/podcast/audio/las-leyes-de-la-atraccion-siglo-xxi