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El uso del color en los espacios psicoterapéuticos para niños con el Trastorno del Déficit de Atención.


Por: MDH. Mónica Cuvelier García

Los ambientes de los espacios interiores en los que cada persona lleva a cabo su vida diaria, son diversos y se diferencian unos de otros por su uso, estilo, forma, distribución y color entre otros aspectos, lo cual va directamente relacionado con la psicología ambiental[1].   La percepción de los espacios nos provoca actitudes, emociones y sensaciones diversas, las cuales nos pueden favorecer como nos pueden perjudicar en nuestra actividad diaria dentro de cualquier espacio.  Así como el hogar, la oficina y la escuela, los ambientes terapéuticos requieren color para coadyuvar en tratamientos, que colaboren en la solución de las necesidades psicológicas de quienes los habitan.

Este artículo es parte de un libro basado en un trabajo de investigación, en donde se estudiaron diferentes disciplinas y teorías enfocadas básicamente a la teoría del color, la psicología ambiental, la psicología, fisiología y percepción, así como la herramienta psicométrica de la percepción de colores denominada Lüsher, utilizada esta última, como técnica cuantitativa. Así mismo se utilizó el enfoque teórico del diseño de interiores y su énfasis cromático como técnica de análisis cualitativa y la elaboración de los mapas mentales.   A través de estos enfoques hemos encontrado como dentro de los ambientes se provocan sensaciones y emociones diversas a partir de los estímulos visuales, que junto con la iluminación y el medio ambiente generan en los individuos, un proceso de desarrollo positivo o todo lo contrario. De ahí la importancia de la elección correcta de los colores para generar situaciones positivas dentro de los ambientes terapéuticos infantiles. 

La práctica del diseño de interiores nos ayuda a conocer los espacios y la importancia de los colores, sobre todo de la proporción en la que se utilizan las herramientas para un buen funcionamiento. Una de las más básicas para ambientar el espacio, es el uso del color y no hablamos del color simplemente de la pintura aplicada en muros, también su uso en muebles y accesorios. En espacios psicoterapéutico, para los niños con el trastorno del déficit de atención, nos damos cuenta que requieren de un equilibrio entre sus emociones, lo cual se logra con el uso adecuado de los colores.  

Ahora bien, para poder generar las conclusiones de la investigación se tomó en cuenta la sintomatología presentada por los niños con TDA, en donde sabemos que ellos no presentan deficiencias visuales, sin embargo, si existe una alteración en la interpretación de su percepción tal como se pudo demostrar a través de la aplicación de las pruebas.  De tal manera que se aplicaron las pruebas a dos grupos de infantes, uno de diagnosticados y otro de no diagnosticados (grupo control), una vez interpretada la psicología del color por un especialista, se correlacionó la información analizada y en resumen se obtiene que:

  • El 32% de los niños diagnosticados eligieron en primer lugar, el color violeta en comparación al 54% en el grupo control. El cual es una combinación entre el azul y el rojo, el rojo es energía, por poseer la longitud de onda más larga y el azul es todo lo contrario, por tener su longitud de onda más corta.  Pero, en lo niños diagnosticados, el violeta por sí mismo, refleja su incapacidad para diferenciar las indecisiones y titubeos, la psicología del color nos indica que es un color místico y triste, por lo tanto tomando en cuenta que al ser elegido es porque los niños tienen un cúmulo de energía no adecuadamente distribuida y requieren de mayor estimulación para percibir, se recomienda utilizarlos de manera separada, o sea utilizar el azul y el rojo pero no el violeta como tal, obteniendo un equilibrio entre estos. 
  • El 23% eligió el color azul, lo cual indica su necesidad de estar tranquilos para tomar de nuevo fuerzas y volver a su actividad pero, también nos indica que este color es adecuado para el desarrollo cognitivo.  Los niños diagnosticados requieren de momentos de relajación para poder concentrarse y poner atención al terapeuta. Por lo tanto, este color es altamente recomendado pero, si lo usamos en exceso podríamos lograr que se relajen demasiado y empiece su distracción.
  • Así mismo el 15% eligió el verde, lo que indica que está en un proceso de perseverancia y tenacidad.  Los niños diagnosticados requieren ser tenaces en sus tareas para poder concluir con un ejercicio antes de iniciar otro.  El verde es un color de gran equilibrio por contener dos tonos, el azul y el amarillo, produce un poco de descanso, pero, según Lüsher ayuda a llamar la atención, por lo tanto se debe usar con moderación (15%) para lograr la concentración pero no provocar una distracción.
  • El 15% eligió el amarillo, lo cual en los niños diagnosticados significa una necesidad de liberación y esperanza.   El amarillo, sin embargo, es un color mayormente negativo, pero Lüsher indica que puede ser benéfico para aumentar la reflexión, debido a que genera brillo y luz al ambiente.  Por lo que se recomienda que se utilice con moderación para evitar que se altere el sistema nervioso y aumente la presión sanguínea, porque eso provoca más actividad física motora en el niño hiperactivo y perder la concentración.
  • El último 15% eligió el color marrón o café, el cual lo presentan como neutro. Este color indica la enfermedad y no es recomendado utilizarlo en estos espacios debido a que podemos provocar que el niño se sienta mal y no coopere con el terapeuta.

 En conclusión, lo más recomendado en estos espacios es la utilización de la combinación de los tres colores primarios en proporción y solo algunos detalles en los tonos secundarios. De tal manera que, proporcionalmente hablamos de una combinación donde se recomienda utilizar: el amarillo en menor proporción (15%), seguido del rojo (20%) y mayormente al azul (40%), con detalles en verde (15%) y anaranjado (10%) los cuales son colores secundarios. Tal como se muestra en el siguiente ejemplo:

Propuesta de distribución de colores para habitación infantil.
Propuesta de distribución de colores.
Azul en muros                       40%
Rojo en tapete y sillas          20%
Verde en muro de contraste15%
Amarillo en mesa                  15%
Naranja en accesorios         10%

 Este trabajo de investigación pretende ser un factor estimulante para que se continúen las investigaciones de manera holística entre diferentes disciplinas como, la psicología, el medio ambiente, el diseño interior y la teoría de los colores para que en un futuro se pueda profundizar más a fondo sobre la importancia que tiene el diseño en nuestras vidas, haciendo hincapié en los espacios de salud, mismos que requieren ponerles mucha atención por el bienestar de la comunidad en general, y sobre todo por los niños los cuales son la punta de lanza para una sociedad saludable.  Por lo tanto, queda el tema abierto para que los profesionistas en esta rama podamos sumar esfuerzos y lograr un estudio más minucioso en el tema.

Libro: Cuverlier García, Mónica. (2012). El color en espacios psicoterapéuticos para niños con TDA. Editorial académica española.

Disponible en: Morebooks y Amazon


[1] Retomo la acepción de psicología ambiental, que la entiende como la parte de la psicología que estudia las complejas relaciones entre las personas y los ambientes físicos que habitan.

(Holahan 2007)

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